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Qin Sanshu: CENA TARDÍA [traducido por Gustavo Osorio de Ita]


Entra por la angosta puerta donde hablo
de pecados.
Por tres meses mi memoria ha persistido
sobre esta aceitada mesa, ahora incinerada.
Has depositado flamas falsas para mostrar cómo me amas
y me has asado. Me siento duro y caliente.
La sopa a medio cocinar rechaza mi lengua,
el órgano culposo, y me perdona
al contraerse dentro de mi atrofiado cuerpo
de bosque lluvioso. La tormenta informe
toca mis lágrimas, luego truenos. Yo no pido misericordia –
Hojas vegetales, todopoderosas, vengan a cubrirme.
Pero detente. Mi cuerpo unilateral
es incapaz de terminar la cena de forma neta,
desgarrado entre el pesar y el amor. Mi rostro
se desliza en el agua, comida por peces, tan delgados.
Detente cuando llegues al estanque. La lluvia
parece caer desde abajo para traer de vuelta al muerto loto.
Esta entrada fue editada (hace 9 meses)


Tauromaquia según J. L. Borges


Cuando el periodista Carrizo le hizo la siguiente pregunta:
─Señor Borges, ¿Qué opina de la tauromaquia? ¿Cuál es su concepto sobre la figura del torero?
Borges contestó:
─La tauromaquia es una de las formas vigentes de la barbarie. En cuanto a la figura del torero, creo que es esencialmente un cobarde. Un hombre que con todo un aparato racional de estrategias, entrenamientos, armas, estocadas practicadas, clases y mucho estudio premeditado, se mide frente un animal pasmado por la sorpresa, por la ansiedad; un animal que no tiene otro recurso que los reflejos de su instinto primario. Bajo esa disparidad podemos medir el valor de los toreros. La valentía verdadera no soporta desniveles tan abusivos. Por eso para mí los toreros no son valientes, sino más bien bufones; los bufones de la valentía.
Esta entrada fue editada (hace 9 meses)