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Konstantin Lopushansky: Pisma Myortvogo Cheloveka [Cartas de un hombre muerto], 1986


Sinopsis: en un mundo asolado por la hecatombe nuclear un erudito sobrevive junto a otros entre los escombros de la civilización. En su mente escribe cartas a su hijo que naturalmente nunca serán leídas.

Exquisito diálogo de muestra para apreciar esta película soviética:
—Es hora de reconocer que toda la historia de la humanidad es la historia del suicidio de la materia viva, a la cual la casualidad cósmica le otorgó la capacidad de razonar. Y que no supo qué hacer con esta capacidad casual y fatal y no le halló mejor uso que la creación de los medios más eficaces para cometer el suicidio total —vocifera alguien de pie a modo de testamento—. Desde la cuerda de Judas hasta la bomba de neutrones...
—¡Es insoportable!
—¡Qué asombroso progreso! ¡El florecimiento de la razón! —sigue.
A cierta distancia, sentados en torno a la mesa, otros hombres.
—Sí, nuestro colega tiene algo de razón —dice el joven.
—¿Qué quiere decir usted? —dice el viejo.
—Los viejos valores han sido destruidos y resultaron infundados. Bajo la tierra crearemos una nueva humanidad. Le daremos una nueva moral y nuevos mandamientos. Odiar al prójimo. Odiar al lejano. Odiarse a sí mismo.
—Me imagino lo que usted piensa crear.
—Lo entiendo. Todo esto le es ajeno —continúa el joven—. Usted es muy parecido a mi padre. Perdóneme la franqueza, pero ustedes son los últimos humanistas.

https://invidious.lunar.icu/watch?v=yslabjnc2os

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